Entendemos
por abuso cualquier tipo de exceso en el uso de fuerza física, poder,
autoridad, tono de voz o tamaño de una persona en relación a la otra. Cuando
hablamos de “Abuso Infantil”, son todas aquellas acciones generadas por un
adulto en detrimento de un niño o niña. En esta unidad, trabajaremos este tema
que es de gran incidencia en todo el mundo. En nuestro país (Guatemala), 3 de
cada 4 niños sufre Abuso Infantil antes de los 5 años de edad. Este número es
alarmante ya que menos del 10% recibe ayuda por parte de terceros para
solucionar este conflicto.
En las
Neurociencias, existe un neurotransmisor llamado Cortisol, el cual está
vinculado a los procesos cognitivos relacionados con el estrés y el
aprendizaje. Cuando un suceso muy impactante sucede en la vida de una persona,
este neurotransmisor se produce en altas cantidades. Por eso se le atribuye un
significado diferente a cualquier tipo de Abuso que pueda uno sufrir. En la
infancia, la mente es más susceptible a este tipo de eventos, ya que estos
“significados” no han sido aprendidos aún. Entonces, el aprendizaje se guarda
en nuestro cerebro el Abuso de la siguiente manera:
Evento
Estresante + Significado Cognitivo = Trastorno
Cortisol ----> Aprendizaje
Cuando se
trabaje con un infante o adolescente este tema, es muy importante trabajar el
significado que se le atribuye a cada situación del Abuso, no únicamente el
evento estresante ya que con ello, no se logrará curar el trastorno.
Trabajo en Grupo:
Para
trabajar esto, debemos definir un área de dónde se trabaja o ayuda a Niños que
sufren de abuso por parte de sus padres.
·
Albergues
·
Instituciones públicas de salud y
asistencia social
·
Instituciones privadas de atención
a la familia
·
Instituciones educativas
·
Consulta privada
Todo buen
terapeuta sabe que al momento de trabajar con niños víctimas de abuso físico o
sexual, debe trabajar la confianza del infante hacia el terapeuta, para que
éste pueda abrirse con él, sobre todo cuando se trabaja en grupos. Hay que ser
muy cuidadoso con el manejo de las respuestas emocionales del niño o niña, ya
que una mala atención podría detonar otra serie de molestias para el infante.
Es muy importante también que el terapeuta trabaje su silencio Intrapsíquico.
Antes de tan siquiera considerar trabajar con una persona que ha sido víctima
de abuso, debe el terapeuta hacerse una revisión de los propios roles y
estereotipos de género. También su respuesta emocional ante ciertas
circunstancias emocionales y de ser necesario, acudir con otro terapeuta para
solucionar cualquier tipo de “conexión” que pudiera haber.
Cuando se
trabaja en grupos, se debe considerar las siguientes condiciones
- Mismo sexo
- Edad y nivel educativo similares
- Evitar la relación ofensor-víctima
- Presencia de un adulto responsable de la víctima (que no sea el ofensor)
- Un proceso meticuloso de entrevista para filtrar a los niños y a los adultos responsables.
- En la sesión grupal, se evalúa individualmente a cada paciente, aunque se dirija grupalmente. Para que esta actividad sea un éxito, es muy importante establecer ciertas reglas:
- Incumplimiento de las reglas establecidas
- Necesidad de un proceso más profundo que requiera de una terapia individual
- Ausentarse de las sesiones
Terapia Individual
El
desarrollo de la palabra NO es muy importante. Se debe empoderar al niño o niña
con el significado de la palabra NO. Toda situación en la vida, le permite a
una persona el poder elegir. Cuando algo esté ocurriendo mal, o se estén
violando los derechos de una persona, esta misma puede decir NO sin temor a ser
abusada. Si esto sucede, el infante debe saber que
puede denunciar al agresor.
Otro modelo
nos plantea los siguientes Macro-Temas:
- Establecer la Seguridad en “mí mismo”
- El Recuerdo y el Duelo
- Reconexión con la vida y con las relaciones cotidianas
El objetivo
de este modelo consiste en poder integrar nuevamente a la víctima de un abuso,
que por lo general es sexual. Esta integración es de carácter emocional y
cognitivo. Busca también desarrollar destrezas en las víctimas para poder
trabajar en la resolución de conflictos. Ayuda también la habilidad de la
víctima para pedir ayuda, sin temor a consecuencias. Como todo buen proceso,
existen ciertos factores de riesgo en esta terapia, los cuales son:
- Cuando el abuso se inició tempranamente y estuvo acompañado de actos sádicos.
- Cuando existieron amenazas de muerte y actos ritualistas
- Cuando duró muchos años y hubo varios perpetradores.
- Cuando la familia no apoya ni cree a la víctima del abuso que denuncia.
- Cuando el abusador permanece en el hogar.
Se da de alta
al paciente cuando:
- Que el/la adolescente o infante sea capaz de decir NO a los acercamientos sexuales no deseados.
- Que haya desarrollado mecanismos de seguridad y autoprotección satisfactorios.
- Haber construido un fuerte sistema de apoyo.
- Haber desarrollado conciencia sobre sus capacidades y fortalezas.
- Tener claro que la responsabilidad del abuso recae sobre la persona que lo cometió.
- Tener un profundo sentimiento de esperanza y futuro.
Oliver Curtiss, Guatemala 2012